Introducción.*
Dicen que cuando uno pierde la cabeza, puede hacer lo que se proponga, no importa si es físicamente imposible; dicen que cuando te vuelves loco, nunca te sientes solo, siempre hay alguien que te acompaña en todo momento, alguien especial, alguien con quien te sientes tan a gusto, que no te das cuenta que no existe; dicen que cuando se te zafa un tornillo, no hay mas preocupaciones, no tienes nada de que preocuparte, solo tienes que dejarte llevar por la demencia.
En mi caso no es así, la gente me repite que estoy demente, que la gente con la que hablo en realidad no existe, que las cosas que hago no son de gente normal; en conclusión, me dicen loca, pero yo se bien que no lo estoy, lo sé porque sigo sintiendo preocupaciones, sigo sintiéndome inconforme constantemente, sigo sin ser lo suficientemente adecuada para los demás, sigo sin ser perfecta.
Lo que la gente diga de mi me sigue preocupando demasiado, me interesa aun lo que la gente diga de mi, me aterra que la gente diga que soy terrible en lo que hago, que queden inconformes con mi trabajo; con mi actuación.
Me frustra no ser lo que la gente espera que sea, tengo que darles gusto, solo así creerán de verdad en mi perfección.
Esa perfección, esa que parece imposible alcanzar, esa que no me deja ser parte de ella, que no sede ante mis agotadores intentos por serlo; esa que nadie cree que pueda alcanzar, esa que me ayudaría a que los demás creyeran en mi capacidad.
En lo que se que puedo hacer.
Estoy segura que no estoy loca, por que, un loco deja de preocuparse, se deja llevar por donde el viento lo lleve, alguien como yo, no puede guiarse del viento, tiene que guiar al viento hacia donde debe de ir, hacia donde girar, lo que debe de tocar, debe de guiarlo para que sea perfecto, perfecto al igual que todo lo que hago, igual que todo lo que debo hacer, igual que todo lo que la gente espera de mi.
El estar loco es como bailar un vals sin coreografía previa, es improvisar los pasos, es sentir el ritmo de la música y dejarse guiar por el, es dar saltos sin preocuparse por caer de pie, es dar vueltas, sin temer a marease y caer, es moverse de un lado a otro sin temor a chocar, es hacerlo todo sin preparación, todo sucio, sin orden, caótico, destructivo, vulgar; es hacerlo de forma que los demás queden inconformes con el resultado.
Es simplemente ser mediocre.
Alguien como yo no puede permitirse el lujo de ser mediocre, no puede por que, la gente espera algo mas que simple mediocridad de esa persona, espera limpieza, espera concentración, espera dedicación, calculo, esperan firmeza en cada uno de los movimientos del vals, esperan ver el resultado de semanas de practica, esperan ver belleza, delicadeza, sutileza, esperan elegancia, esperan…
Esperan perfección.
La gente espera muchas cosas de mi, es por eso que no me permito fallar, no me importa cual sea el costo, todo debe salir increíble, debe de sorprender, debe dejar atónito al espectador, a el critico, a el que te observa y el que hará que pagues el mínimo error.
Debes emprender el vuelo de forma sutil, sin causar ruido, siendo silencioso y sigiloso, de forma lenta, alzar un ala a la vez de forma calmada, levantar la barbilla de forma sutil, mover la cabeza de forma lenta y suave, como si el viento jugara con ella, calcular el momento indicado para elevar el vuelo, el momento de lucirse.
Llega ese momento, el ideal, el que te llevara lejos, el que hará que todos te aclamen, el momento perfecto, el momento de emprender el vuelo; alza las alas, deja que el aire te lleve, elévate, mueve delicadamente las delgadas extremidades, alza la barbilla de forma que se pueda ver la seguridad y el porte con el que te sientes.
Déjate llevar por los aires; vuela.
Mueve las suaves alas con el viento, siente la música que el viento provoca; siente la perfección llenado tus pulmones.
La música ha cesado, tienes que volver a donde empezaste, dejar de volar con sutileza, el público mira insatisfecho la silenciosa mirada de la mariposa, la miran con ojos asesinos, es evidente, el vuelo fue pésimo.
No se trataba solo de sentirse bien, de liberarse, se trataba también de que los demás vieran la perfección con la que creíste que lo hacías, no se trataba solo de imaginar que eras perfecta, se trataba de ser perfecta en cada movimiento, en cada situación, en cada parpadeo, solo así la gente te iba a aclamar, solo así ibas a darles gusto.
Que importa si tú te sentiste bien con tu actuación, lo importante era que la gente aplaudiera la actuación; que se levantaran de sus lugares y gritaran tu nombre; no lo hiciste bien, eres una tonta, eres estúpida.
Eres imperfecta.
Y aunque emprendí el vuelo, nadie me aclamo, nadie enloqueció con el resultado, todos se ocultaron en la oscuridad para esconder su desprecio y deshonra.
Yo deseaba de verdad hacer que les gustara, deseaba volverlos locos con mi acto; lo único que logre fue molestarlos, ser mediocre, decepcionarlos.
Lo se bien, nunca lo lograre ¿es qué nunca se sentirán orgullosos de mi, nunca me aplaudirán por la eternidad?
Yo solo quiero hacerlos felices a todos.
Yo solo quiero ser perfecta.
Introduccion a cuento que escribo, para mas detalles, ver otras entradas con asteriscos.
Mientras mas lo leo, más me gusta. Es tan bonito.
ResponderEliminarQue envidia.
Yo quiero escribir tan bien como tú..... Te extrañamos por aquí, es una pena que ya no podamos leer nada nuevo. Es una pena...
Te quiero
No, no, no, tu eres mas buena que yo escribiendo de verdad, te escribes muy bien!, ya estaré mas presente en el blog, así que publicaré mas!
ResponderEliminarY por consecuente también podrán leer mas! ;)
Yo también te quiero!, te quiero mucho!